Por Carlos Osi Perez-N digital
Picoteando el Espectáculo
Llegar a las Grandes Ligas es todo un reto, pero llegar a un retiro digno luego de haber alcanzado fama, fortuna y prestigio en la sociedad, es muchísimo más difícil sino toman las decisiones correctas.
Ya son muchos los casos de peloteros que han pasado del derroche de millones de dólares a la bancarrota y a los problemas judiciales.
Miguel Batista, expelotero Grandes Ligas, consideró que la mayoría de los niños dominicanos aspiran ser peloteros profesionales porque quizás es el único billete de poder salir de la pobreza, en tiempo récord.
“En casi todos los oficios tienes que empezar a trabajar, empezar a crear tu nombre, a crear tu legado. En béisbol, tú puedes pasar de ser el hijo de la señora que tiene una fritura en la esquina, a ser el hombre más rico del pueblo en un día”, consideró Batista en un reportaje de Nuria Investigación Periodística.
Por estos motivos que menciona el exlanzador dominicano y escritor, Batista, niños y adolescentes ingresan en las academias de béisbol, a veces hasta dejan los estudios, detrás del anhelado sueño de un millonario contrato en las Grandes Ligas.
Explicó que Felipe Rojas Alou fue uno de los primeros jugadores dominicanos en llegar a Grandes Ligas y para ese tiempo, y finales de los 80, al niño que le daban cinco mil dólares, era mucho dinero.
Dijo que era una época en la que el atractivo no era el dinero que podían ganar, sino la pasión por el juego, ya que la industria era mucho más modesta.
Batista reveló que según las estadísticas, el 90% de los jugadores, antes de los diez años de retiro, está en bancarrota
El cronista deportivo Frank Camilo explicó que Grandes Ligas comienza a tener dinero a partir de la agencia libre, cuando los jugadores tienen la potestad de no verse como un empleado, donde el empleador hace y toma la potestad de hacer lo que quiera con él y que esto es a partir de los 80.
Desde ese momento inicia una nueva etapa que se dan los casos de peloteros que durante su carrera, al jugar con varios equipos, logran amasar enormes fortunas, que al momento de su retiro, les permitan vivir holgadamente y sin preocupación económica el resto de sus vidas.
“Pero, lamentablemente, durante los últimos 40 años, hemos visto muchos casos donde terminan en la miseria, bancarrota e incluso problemas legales”, sostuvo Camilo.
El editor deportivo Bienvenido Rojas, explicó que se conocen en los Estados Unidos los peloteros que están en bancarrota, porque se acogen a la ley de la bancarrota, mientras que en República Dominicana es por rumores, por suposiciones o por alguno que otro escándalo.
El caso más reciente es Miguel Tejada, quien pertenecía a la élite de los shortstop, a finales de los 90, pero ha visto esfumar 96 millones de dólares, ganados tras jugar para los equipos de Oakland, Baltimore, San Francisco y Los Astros de Houston, sin incluir contratos por publicidad y salarios en Ligas Invernales, donde cada octubre se vestía de amarillo y llenaba de alegría a los fanáticos de las Águilas Cibaeñas, haciéndole valer el sobrenombre de “Pelotero de la Patria”.
Sobre este caso, Rojas explicó que Tejada se ha visto envuelto en unas litis judiciales que “a nosotros particularmente nos dan pena, porque ha sido un jugador en el terreno de juego, lo rindió todo”.
La semana pasada, Tejada fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Las Américas ya que había una orden de captura, acusado de supuesto fraude por entregar cheques sin fondos en el 2013, cuando por asuntos de algunos negocios endeudó con dos millones de pesos a Isidro Veras, quien era almacenista y fue asesinado en el mes de octubre de 2015. La familia ha continuado con el proceso legal.
Expeloteros como David Ortiz, Edwin Encarnación; funcionarios como Samuel Pereyra, administrador del Banco de Reservas y organizaciones como las Águilas Cibaeñas mostraron su disposición de colaborar económicamente con Tejada para que pague a sus deudores en caso de que se determine que efectivamente debe dinero.
“Estoy contento con la justicia dominicana. Se hizo justicia y creo que soy víctima de una extorsión. Se ha comprobado. Gracias mis abogados pudieron comprobar la extorsión que me están haciendo. Si Dios quiere, todo va a salir bien”, opinó Tejada, mientras su caso continúa en investigación.
Frank Camilo opinó que hasta que no se cante en una sentencia en favor o en contra, no se puede determinar qué ha sucedido con Miguel Tejada, pero estima que lo que le ha estado pasando, es lo mismo que pasa con muchos peloteros que se rodean de gente mientras son famosos, que no valoran al ser humano, valoran lo que es, lo que tiene y lo que ha sido como pelotero y muchas veces lo hacen caer en desgracia.
Dijo que en la década de los 80, Pedro Guerrero, el infielder/outfielder dominicano que durante su paso por las mayores militó en los equipos Dodgers de Los Ángeles y Cardenales de San Luis, hasta el momento de su retiro en 1992. En septiembre de 1999, fue arrestado por tratar de comprar 33 libras de cocaína a un expendedor encubierto y junio de 2002, fue absuelto.
“A él lo descargaron, entre otras cosas, con una sentencia de déficit de atención severa. Es decir, este hombre lo que terminaron diciendo fue: no es dueño de sus propios actos por todo el que le rodea, se deja influenciar muy fácil”, indicó.
A finales de los 80 e inicios de los 90, también se destacó el exastro de las Grandes Ligas, Pascual Pérez, apodado Cutá, quien fue pitcher con los Bravos, los Expos y los Yankees.
Miguel Batista comentó: “tenía problemas de adicción. Tuvo problemas también…hizo una inversión en una fábrica de pantalones jeans o algo así. Y sus hermanos tuvieron que defenderlo a él, de él mismo, para que no llegara a la autodestrucción. Pero el caso fue muy interesante porque empezó a ganar dinero en los años 90. La gente quizás nunca le ha puesto la atención, pero es el primer dominicano que en verdad ganó dinero. En los años 90, firmó por 20 millones de dólares”.
Dijo que los Yankees de Nueva York lo suspendieron en 1992 por múltiples escándalos por posesión de cocaína y para alrededor de 2009 era taxista en un hotel de la capital dominicana para sobrevivir, debido al derroche de su fortuna.
Cutá fue asesinado el 1 de noviembre de 2012 tras ser asaltado en su casa de su pueblo natal, Nigua (San Cristóbal).
En este grupo de astros de grandes ligas que pasaron del esplendor a la pobreza también está el outfielder Henry Rodríguez, quien permaneció por 10 años jugando acumulando unos 15 millones de dólares.
Los problemas económicos comenzaron a perseguirlo desde el 2012, cuando fue condenado al pago de un millón 700 mil pesos, por 39 meses de cuota de manutención atrasadas a un hijo.
También en el 2016, se ejecutó un embargo en su apartamento por no honrar un préstamo.
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