NUEVA YORK._ La madre dominicana Valeria Ortega de 64 aƱos asesinada ayer lunes por una bala perdida disparada por tiradores que se enfrentaron a balazos en el Alto Manhattan. En recuadros, su esposo y el hijo lloran devastados. (Fuente externa).
NUEVA YORK._ La madre dominicana Valeria Ortega, de 64 años de edad, fue asesinada de un tiro en la cabeza por una bala perdida disparada por dos tiradores que se enfrentaron en la intersección de la calle Dickman y la avenida Vermilyea en el vecindario Inwood del Alto Manhattan ayer lunes a las 11:30 de la mañana.
Ortega, nativa de Santiago de los Caballeros y casada durante 40 aƱos con su esposo caminaba desde su casa cercana a la escena del crimen para hacer una compra en el supermercado.
Cayó frente a la tienda de medicinas naturales “GNC” conmocionando a todo el vecindario mientras los dos hombres que se transportaban en patinetas huĆan del lugar.
Al cierre de esta crónica la policĆa dijo que no hay arrestos en relación al asesinato aclarando que la vĆctima no era un blanco especĆfico de los matones.
Los dos son activamente buscados por detectives de homicidios del cuartel 34.
Su devastado esposo Antonio Ortega y su hijo Charlie, llegaron a la escena irrumpiendo en un llanto inconsolable.
Testigos y la policĆa dijeron que la bala la impactó en la cara. Fue llevada al hospital Harlem en la avenida Lenox y calle 135 Oeste donde expiró.
El padre relató que el hijo se apresuró a contarle lo sucedido, pero no pudo describir la escena.
“Ella se dirigĆa al supermercado”, dijo su esposo. “Mi hijo me dijo “¡mira a mi madre, ven a ver a mi madre!”, narró el desconsolado esposo.
“Escuchamos tres disparos y nos agachamos”, dijo un empleado de GNC. “DespuĆ©s de un par de minutos, salimos. HabĆa mucha gente alrededor. La mujer estaba boca abajo. TenĆa un carrito. Estaba sangrando”, agregó el testigo.
Horas despuƩs de la muerte una docena de vecinos y amigos se mostraron conmocionados.
“Ella cuidaba a su madre enferma que tiene que mantenerse con oxĆgeno. La seƱora del cuarto piso que es ciega, tambiĆ©n la cuida aunque no son parientes”, explicó un vecino.
“La veĆa todas las maƱanas con su pequeƱo carrito comprando para la familia, para otras personas tambiĆ©n”, agregó el vecino. “No quiero creerlo. Ella fue una bendición”.
La policĆa seƱaló que agentes respondieron a una llamada al 911 alrededor a las 11:31 de la maƱana sobre una persona baleada en la referida intersección.
Cuando los policĆas llegaron ella estaba tirada en la acera, el carrito que usaba para las compras y la bufanda con la que se cubrĆa del frĆo Ć”rtico, quedaron cerca del cuerpo.
La policĆa dice que los dos sospechosos son hispanos que vestĆan ropa oscura cuando huyeron de la escena.
Los investigadores estÔn buscando un video de vigilancia para establecer las circunstancias del tiroteo e identificar a los tiradores prófugos.
El esposo la describió como una buena persona que se dedicaba a hacer el bien a los demÔs.
Numerosos residentes de las cuadras entre la calle Dickman y avenida Vermilyea reaccionaron airados criticando al alcalde Eric Adams al que califican de “muy flojo” en el combate a la violencia armada.
Tres agujeros de balas en la cuadra escena de la muerte de Ortega y una rompió la ventana de un banco.
Edgar GarcĆa, empleado de “GNC” situada en la misma esquina escuchó los balazos y vio a la vĆctima sangrando mientras estaba moribunda en la acera.
“Ella ya habĆa caĆdo al suelo”, dijo GarcĆa.
“La vi tirada allĆ mientras la sangre le salĆa. Estaba boca abajo cerca de su carrito y vi la sangre”, aƱadió el testigo.
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